Los fundamentos de la cosmética natural se basan en crear productos 100% naturales creados a partir de plantas, aceites esenciales, perfumes naturales y materia prima de primera calidad con extracciones naturales o tradicionales, de cultivos ecológicos y sostenibles, respetando el medio ambiente y a nosotros mismos.

Para la garantía de estos productos se han creado organismos que garantizan al consumidor la calidad y la utilización estricta de ingredientes naturales en la formulación de estos productos.

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y está diseñado para protegernos de bacterias, virus, frio, calor, sintetizar la vitamina D o protegernos de los rayos solares entre otros. Es un órgano muy importante que también refleja  nuestro estado de ánimo ya sea alegría, tristeza, amor, depresión, enfermedad, falta de sueño, estrés y como no, la alimentación.

Además absorbe todo lo que ponemos en ella y  poco a poco llega a nuestro torrente sanguíneo.

Tanto lo bueno como pueden ser sustancias naturales y orgánicas como lo malo como pueden ser los químicos tóxicos que se encuentran en cremas, geles, champús, desodorantes, pasta de dientes, maquillajes etc. penetran por nuestra piel y en las últimas investigaciones ha comprobado que nuestra piel es capaz de absorber un 60% de los productos químicos con los que tomamos contacto.

Nuestros productos de higiene diaria,  si  no son  naturales y ecológicos, llevan en su composición; colorantes,  parabenos, perfumenes sintéticos, petroquímicos (parafinas, siliconas y peg) son  testados en animales, no biodegradables y con métodos de extracción contaminantes.

Según la legislación Española cuando el 95% de los ingredientes de un producto proceden  de la agricultura ecológica nos referimos a cosmética orgánica. Según la certificación del país hablamos de uno u otro porcentaje pero con todos ellos nos aseguramos productos libres de los mencionados anteriormente.